Prohibido





Prohibido

Autora: Tabitha Suzuma
ISBN: 978-84-1622-4104
Editorial: Oz editorial
Número de páginas: 384
Fecha de publicación: 6 de julio de 2015



Sinopsis:

«No podemos, si empezamos, ¿cómo vamos a pararlo?»
Lochan y Maya de diecisiete años, siempre se han sentido más amigos que hermanos. Ante la incapacidad de una madre alcohólica y la ausencia de un padre que los abandonó, deben hacerse cargo de sus hermanos menores y esconder su situación a los servicios sociales. Esa responsabilidad les ha unido, tanto, que se han enamorado. Saben que su relación está mal y que no puede continuar, pero al mismo tiempono pueden controlar sus emociones y la atracción les domina. Su amor es un amor prohibido, y si alguien descubre su secreto, no habrá un final feliz para ellos.


Opinión personal:

Este libro no es apto para todo el mundo, debido a la cantidad de temas delicados que expone, especialmente el principal de la trama, que es el incesto que sucede entre un chico y su hermana, en un país donde este ejercicio es ilegal e incluso puede ser penado con condena en prisión.
También expone la realidad de una familia desestructurada, un padre totalmente urgente y una madre despreocupada que desatiende a sus hijos por tener una vida activa y moderna e iniciar una relación con un hombre por el que esta mujer deja toda su vida para irse con él, además de presentar una adicción al alcohol, lo que sus hijos han percibido desde temprana edad. Por este motivo, los hermanos mayores se han responsabilizado de todas las labores de casa, del cuidado de sus hermanos pequeños, sin abandonar los estudios y preocupaciones comunes en la adolescencia, aunque para ellos la adolescencia se acabó hace varios años.
La historia te mantiene en tensión durante todo el tiempo, además de someterte a emociones fuertes, que te harán sufrir.

Nota:

3/5


Citas del libro:

''Los demás son extraños, desconocidos. Nunca se convierten en amigos. E incluso si lo hicieran, si por algún milagro encontrará el modo de conectar con alguien que no fuera de mi familia, ¿Cómo podrían compararse con aquellos que hablan mi idioma y saben quién soy sin tener que decírselo? Incluso aunque pudiera mirarlos a los ojos, hablarles sin que se me enredaran las palabras en la garganta, incapaces de salir al exterior, incluso si sus miradas no grabaran marcas a fuego en mi piel y no me hicieran desear salir corriendo a miles de kilómetros, ¿cómo podría preocuparme por ellos del modo en que lo hago por mis hermanos y hermanas?

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